Cuando llegamos al 7 de diciembre, sabemos que encender velitas es el ritual definitivo que inaugura la temporada de fiestas. Este especial día llena nuestras calles de velitas y faroles de todos los colores, reflexionando en torno al cierre del año y la magia con la que se inicia oficialmente la Navidad.
¿Pero cuál es la historia detrás de esta importante fecha?
Esta tradición conmemora el momento en que el Arcángel Gabriel anunció a María que fue la elegida, desde antes de su nacimiento, para ser la madre de Jesús. Fue proclamado por el Papa Pío IX en la Bula (conocido como un documento pontificio) Ineffabilis Deus el 8 de diciembre de 1854. Así mismo, se eligió el 8 de diciembre como fecha de conmemoración de la Inmaculada Concepción.
La historia cuenta que creyentes de varias partes del mundo encendieron velas para celebrar el momento y así se ha mantenido la tradición de iluminar esta noche de diciembre.
En esta fecha aprovechamos de vivir un momento de espiritualidad para agradecer por el año que termina, y con cada vela encendida, pedir un deseo para el próximo.