Gran parte de habitantes colombianos relacionan a todos los negros con el Chocó, piensan que todas las personas de esa raza provienen de dicho departamento, pero no. En Antioquia, específicamente en el municipio de Girardota, existe una comunidad habitada solo por personas negras.
Se trata de San Andrés, una vereda que comenzó a poblarse hace más de 500 años, en un principio sus pobladores eran indígenas, pero luego llegaron los españoles con esclavos africanos y hubo una mezcla cultural entre indígenas y negros que procrearon a sus descendientes, por este motivo no es normal ver habitantes de la vereda con rasgos tan arraigados de la población negra.
Una de las costumbres africanas que conservan en la comunidad es el Sainete, aunque este tiene sus orígenes en España, tiene influencias africanas, ya que eran los esclavos quienes se lo realizaban a los españoles con la intención de burlarse de ellos por medio de la danza.
El Sainete, es el principal medio de expresión artístico en San Andrés, es algo que se quiere transmitir de generación en generación para preservar la tradición. Entre saineteros, corporaciones culturales y la alcaldía crearon el Plan de Salvaguardia del Sainete, este expone una seria de acciones para conservar sus tradiciones. Además, tienen un partido sainetero, a través del cual realizan actividades agroturísticas y culturales, tales como danza y música de cuerda.
A pesar de que San Andrés es una población negra, sus habitantes no tienen afinidad directa con los tambores, a su música le dan sonidos los instrumentos de cuerda.
En noviembre se realizan las fiestas de la Danza del Sainete, la celebración dura una semana y por medio del arte, la cultura y la ancestralidad realizan representaciones teatrales en las que participan 10 personas, entre las cuales se encuentra “el abanderado”, este sale a representar a los nueve personajes que harán parte de la obra teatral que se expone.
Aunque a causa de la urbanización, están cada vez más cerca a costumbres de los mestizos y corren un latente riesgo de que sus tradiciones vayan desapareciendo con el tiempo, sus habitantes se resisten a dejar morir lo que han heredado de sus antepasados, es por eso que procuran involucrar mucho a los jóvenes en todo lo que tiene que ver con la enseñanza de lo que los representa como comunidad negra.
Nancy Foronda, líder de la comunidad, expresa que, a través de actividades con los adultos, donde ellos cuentan historias, los niños y jóvenes están escuchando para que puedan tener ese amor a la tradición. Tratan de mantener vivas las costumbres en la memoria de los más pequeños.
La vereda se llama San Andrés debido a un santo que tenía el mismo nombre, los primeros terratenientes decidieron ponerle así en honor a él.