La devoción a los «Mil Jesuses» en la tradición católica es una práctica muy extendida en muchas partes del mundo. Esta devoción consiste en la repetición del nombre de Jesús durante mil veces el 3 de mayo, Día de la Santa Cruz.
El origen de esta tradición se remonta a finales del siglo XVIII en España. Se dice que un grupo de monjes franciscanos en la ciudad de Oviedo, Asturias, comenzó a recitar esta oración mil veces seguidas el 3 de mayo de 1784, en honor a la Santa Cruz y a la Virgen María. El objetivo era ofrecer una forma de expiación por los pecados y las faltas cometidas a lo largo del año, y también para pedir por la protección divina contra los peligros del infierno.
La práctica se extendió rápidamente por toda España y luego por América Latina, donde se convirtió en una tradición popular en muchos países. En algunos lugares, se celebra el 3 de mayo como el día de los «Mil Jesuses», mientras que en otros, la oración se recita durante todo el mes de mayo.
La devoción a los «Mil Jesuses» se ha mantenido viva hasta nuestros días, y sigue siendo una forma de expresar la fe y la devoción en muchos lugares del mundo. Esta práctica es vista por muchos católicos como una oportunidad para renovar su compromiso con Dios y su deseo de vivir una vida piadosa y virtuosa.